lunes, 2 de febrero de 2009

Sin rumbo (o tumba en vida)



Desnorteado estoy.
Sin ti agonizo.

Perdido me encuentro.
Lamo mis sangrantes heridas.

Las tinieblas todo lo invaden.
Mi brújula ha perdido el control.

Quiero levantar anclas de tu puerto:
pero tus amarras no me sueltan.

Cautiva de mis sueños:
los has convertido en pesadilla.

Oh Dios!
¿Cuándo te olvidaré?

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